He rescatado de la memoria lo más significativo de aquellos doce días. No solo los hechos, sino las sensaciones y también las reflexiones después de 4 meses.
Poco antes de aterrizar me embargó una sensación de alerta. Una especie de estrés positivo que, de una manera natural, me mantenía muy despierto y atento incluso a cuanto sucedía más allá de mi entorno inmediato. Se había activado el << chip de supervivencia >>, tal y como describí en mi diario. Pues bien, pese a mi agudizada atención creo que
Primer desayuno rumano
El primer encuentro fue con Ana y su amigo, dos bucarestinos con los que visitaría el casco antiguo durante mi primera tarde en aquella ciudad. Tras un paseo por las calles peatonales fuimos a tomar unas cervezas y los tres conectamos enseguida. Ellos querían conocer las impresiones del chico español y el por qué del “sin acompañantes”, de aquel forastero con un punto exótico en Rumanía. Yo deseaba averiguar detalles de su forma de vida. Hablamos sobre nuestras costumbres y dejamos el inglés a un lado por unos minutos para escuchar el sonido de nuestros idiomas maternos. Intercambiamos puntos de vista sobre la amistad, formas de diversión y de ganarse la vida. Nuestra conversación se alargaba con risas y la tarde pasaba mientras bebíamos hasta que se hizo de noche. Al despedirme de ellos pensé que sería difícil volver a verlos y repetir la experiencia, pero guardaría un buen recuerdo.
Al día siguiente acudí a un “Free Walking Tour”, dónde conocí a otros viajeros con los que pasaría el resto del día y parte de la tarde. De nuevo me despedí con la misma sensación que la noche anterior. A las 20:00 había quedado con otra chica y sus amigos, esta vez a través de Couchsurfing. Me sentía cansado por el calor sofocante de la mañana pero la limonada que preparan por allí, recién exprimida, alivió mi sed y me refrescó tanto que se convirtió en una bebida habitual, asociada ahora a los buenos momentos.
El tercer día contraté un tour alternativo para visitar lugares diferentes. El cuarto recogí el coche alquilado y emprendí el viaje por carretera. Los días siguientes transcurrieron en distintos escenarios pero con un nexo común: personas a las que les apetecía compartir su tiempo con otras, aunque fueran desconocidas. Pasé un de semana en casa de un matrimonio en Cluj, dónde despertaba el interés de sus amistades que una y otra vez me preguntaban: why Romania? Probé un licor de bienvenida llamado Pálinka y aprendí a brindar diciendo “noroc”. Hice senderismo en Transilvania bajo la lluvia, visité una mina de sal en cuyo interior había una noria gigante. Probé deliciosas frambuesas silvestres. Me perdí en Sibiu porque en el GPS las calles aparecían sin nombre y me alojé dos días en casa de un Mexicano. Al llegar a Brașov coincidí con otro turista de Indonesia que conocí en el tour alternativo y cenamos con su amigo eslovaco. Compartí los tres siguientes días de viaje con otros compañeros que hice allí. Probé la Ciorbă, una especie de sopa servida con una crema ácida, degusté el Bultz (algo como un pastel de harina de maíz y queso) y bebí una suave y rica cerveza llamada Timișoreana, en el acogedor patio de una casa convertido en terraza. Acudí a un concierto de jazz en una de las terrazas ajardinadas con más encanto que he visto.
Me aloje en el albergue sólo por su gran terraza
Pasisaje de montaña (Transfăgărășan)
Cuando regresaba a casa, y el avión cogía altura, pensaba en el instante de posar la cabeza sobre mi añorada almohada, tumbado y descansando plácidamente en la cama. Sabía que había vivido una experiencia novedosa y muy particular. Los cimientos de unos esquemas de pensamiento, aparentemente inalterables, se estaban trasformando en otros más parecidos a los que uno siempre deseó. Pero eso no sería inmediato, sino que lo averiguaría con el tiempo.
Pedro, vaya viaje!! de veras te envidio por tu valentía de ir solo. Yo también quiero vivir esa experiencia, espero tener la misma bravura y la misma suerte, porque a parte del incidente de la llegada al albergue el resto fue todo sin problemas prácticamente.
ResponderEliminarPor cierto, edita el texto que tienes un párrafo repetido ;)
Gracias Ana por tus palabras! Te animo a que lo intentes, es una experiencia inolvidable.
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